Primer reporte de un nacimiento de águila crestada Morphnus guianensis en Colombia
Se reporta por primera vez el nacimiento de un pichón de águila crestada Morphnus guianensis en Colombia, el nacimiento se registró en la vereda KM 40 en Tierralta Córdoba, este hallazgo se da gracias a los trabajos que realiza la Sociedad Ornitológica de Córdoba SOC en el departamento, que durante estos años ha tenido acercamientos con las comunidades en el desarrollo proyectos en la zona, el monitoreo del águila crestada se viene realizando desde hace 3 años cuando se dio el registro de un juvenil durante el proyecto “En busca del Lorito del Sinú”.
El grupo de investigadores de la SOC junto a Proyecto Grandes Rapaces Colombia y los guardianes del águila en la zona que monitorean el nido, estimaron que el huevo fue puesto el 9 de febrero y su eclosión fue el 1 de abril, con una duración de incubación de 47 a 51 días aproximadamente. A la fecha de hoy 20 de abril se estima que el polluelo tiene 20 días de nacido.
Durante el 2022 las águilas anidaron, hubo puesta de huevo e intento de incubación durante los meses de febrero y marzo, lastimosamente fracasó el proceso debido a que la alta humedad en el ambiente generada por la lluvia favoreció la proliferación de hongos en el huevo y esto ocasionó la muerte del embrión. En noviembre de 2022 la pareja de águilas fue observada reconstruyendo el nido para un nuevo ciclo de reproducción, sin embargo, por algún motivo no lo usaron y se mudaron a otro árbol más grande a unos 350 metros del primer árbol nido. En el nuevo árbol realizaron la construcción del nido, en una rama un poco más protegida, a unos 25-30 metros del suelo.
Esta especie es muy sensible a perturbaciones ocasionadas en su hábitat, suele vivir en bosques de tierras bajas donde selecciona arboles de gran dosel para realizar nidos, esta especie suele ser monógama, son fieles a una misma pareja, también son recurrentes a utilizar un mismo nido durante varios años. La cría de los pichones de Morphnus guianensis puede durar hasta dos años.
Gracias a los procesos de sensibilización que realiza la SOC en la zona se ha logrado consolidar que los habitantes de la comunidad se conviertan en conservacionistas dejando atrás actividades de cacería que realizaban con mucha frecuencia reduciendo así presión sobre la especie.
Estudiar águilas es todo un reto y por eso pocos se atreven a trabajar con ellas. Esta falta de información las pone en una posición desfavorable, pues lo que no se conoce no se puede conservar. Lo más difícil generalmente es encontrar las águilas y luego ubicar los nidos, luego de esto vienen los monitoreos frecuentes y las trepas a los árboles nido. La información colectada es de suma importancia porque nos permite conocer como interactúa el águila con el bosque y esto nos ayudará para desarrollar mejores y más ajustadas estrategias de conservación para la especie.
La rareza de la especie y el poco conocimiento sobre ella la hace más atractiva para los observadores de aves e investigadores, donde en estudios anteriores en sur América se estipula que de unos 100 nidos de águila arpía mapeados, solo hay 10 de águila crestada (Aguiar-Silva et al., 2013, base de datos PCGR). Esto abre un mundo de oportunidades para generar conciencia sobre la importancia de conservar la especie y disminuir presiones que se generan sobre ella como la tala ilegal, la perdida de bosques y la caza ilegal.
Debido a la poca información que se tiene sobre el águila crestada o Harpía menor y que tan solo se conocen algunos nidos registrados en centro América y sur América, la información recopilada a partir de ahora será un gran acontecimiento para la ciencia.
